Hay un cuento muy viejo sobre una lechera que se adelanta a lo que le está pasando en sus fantasías, ¿lo conoces? Es una historia aleccionadora sobre el dinero. La lechera está muy contenta porque su vaca le generó un litro de leche, va rumbo al mercado a venderla y en su camino se pone a pensar: «Con lo que venda de esta leche, voy a comprar comida para la vaca, así me dará dos litros de leche en lugar de uno. Con el dinero de la venta de esos dos litros, compraré más comida para que la vaca me dé tres litros y así, podré hacer queso. Con el dinero de la venta del queso, voy a comprar otra vaca, así en lugar de dos o tres litros tendré el doble. Cuando ya tenga dos vacas y venda su producción de leche, me va a alcanzar para comprar una tercera vaca, y luego voy a construirles un establo, voy a hacer más grande mi casa, voy a tener una granja lechera». Iba tan entretenida en sus pensamientos que se tropezó con una piedra en el camino, se cayó y la leche que llevaba se derramó toda.
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